La ansiedad no es un exageración, es un problema REAL.
Los problemas relacionados con la ansiedad son el motivo de consulta más frecuente y su prevalencia va en aumento (algo que nos debería hacer pensar sobre la forma en que vivimos).
Un problema de ansiedad no es sinónimo de exageración. Tampoco es una forma de ser. Y desde luego, no se arregla tomándose la cosas menos a pecho.
Es un problema REAL, que puede de diferentes manera:
- Te encuentras nervioso/a constantemente. Te cuesta concentrarte.
- Tienes problemas para conciliar el sueño y/o te despiertas entre horas. Tu sueño no es reparador.
- Lo notas en el cuerpo: tensión muscular, presión en el pecho, dificultad para respirar u otros.
- Es posible que pagues el estado de tensión y nerviosismo comiendo. También conocido como hambre emocional.
- La preocupación es tu compañera de viaje y la incertidumbre, tu mayor enemiga.
- Te encuentras saturado/a mentalmente, bloqueado/a o desorientado/a.
- Te encuentras en un continuo estado de alerta y sientes que vas necesitando unas vacaciones mentales.
- Acabas de salir de una relación de pareja o te encuentras dentro de una que ha despertado tu sistema de apego ansioso.